Las evidencias arqueológicas de un sector importante de la Ciudad Sagrada de Caral (3000 – 1800 a.C.), ubicado en el valle de Supe (Barranca – Lima) corren el riesgo de perderse debido a que se ha invadido esta propiedad del Ministerio de Cultura.
Los invasores,
provenientes de la Ciudad de Barranca, construyeron casas precarias durante la
pandemia, cuando por medidas de precaución el campamento de los arqueólogos fue
cerrado. Ahora, luego de la fallida recuperación del terreno el viernes, 18 de
diciembre del año pasado, han comenzado a remojar y arar el lugar para hacerse
pasar por agricultores y sorprender a las autoridades.
Gracias a los trabajos que
se han estado realizando en Caral, desde 1995, por el equipo de profesionales
de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), Unidad Ejecutora del Ministerio de
Cultura, se sabe que este importante sector de Caral, denominado Chupacigarro,
está conformado por edificios piramidales, plazas circulares hundidas, muros
con monolitos, conjunto de recintos, terrazas y cementerios.
Todas estas invaluables
evidencias arqueológicas, patrimonio de la Nación y de la Humanidad, están con
amenaza de destrucción de parte de la familia Solís Saavedra, quienes aducen
ser propietarios de los terrenos invadidos, y continúan haciendo caso omiso a
los pedidos de la ZAC, de retirarse de la zona, así como dejar de regar y arar
los terrenos, destruyendo la evidencia existente.
La familia en mención no
tiene documento legal que acredite su pretensión; por el contrario, la zona
invadida, que forma parte de la Ciudad Sagrada de Caral, está registrado en el
Catastro del Instituto Nacional de Cultura desde el año 1970, es propiedad del
Ministerio de Cultura, y, además, está inscrita en la Superintendencia Nacional
de Registros Públicos con el código N° 80027096, desde hace más de 15 años.
ACCIONES
La doctora Ruth Shady y
los profesionales de la Zona Arqueológica Caral, cumpliendo su labor como
funcionarios públicos, han informado al Ministerio de Cultura y esta
institución ha denunciado a la familia Solís Saavedra por la destrucción que se
está realizando en el lugar y han solicitado la recuperación del terreno.
Precisamente la última
sentencia ha fallado a favor del Ministerio de Cultura en primera y segunda
instancia, y en la Corte Suprema de Justicia de la República, Sala de Derecho
Constitucional y Social Permanente (Caso N° 8285-2016) y reafirma el retiro de
los invasores.
Debido a esta sentencia
judicial, se ha iniciado una campaña de desprestigio, difamación, calumnias y
amenazas de muerte contra la Doctora Ruth Shady y los funcionarios de la ZAC.
En estos días, con la contratación de personas foráneas del lugar han impedido
la labor de los arqueólogos, conservadores y excavadores en el lugar, y
los han agredido física y verbalmente.
Las investigaciones en
esta zona, del centro urbano de la Ciudad Sagrada de Caral, son de gran
importancia para el país y el mundo, pues el conocimiento del desarrollo de la
sociedad que la creó ayudará a entender más la historia social y cultural de la
primera civilización de América, considerada como uno de los focos
civilizatorios prístinos que surgieron en el planeta, al lado de Mesopotamia,
Egipto, India, China y Mesoamérica.
Por tal motivo, se exhorta
a las autoridades locales, Gobierno Regional, municipios, Policía Nacional,
Fiscalía, a involucrarse en la defensa del patrimonio cultural del país y de la
humanidad, y brindar las medidas necesarias para proteger al personal de la
Zona Arqueológica Caral, y dar solución al conflicto que puede agravarse en el
tiempo.
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