Textos: Rodolfo Tafur.
Hoy más que nunca ayudémonos a ”llevar la carga”
Como seres humanos, la naturaleza nos muestra nuestra debilidad, las tormentas, los temblores y hasta la falta de agua nos parece difícil de describir. Hoy, en el siglo XXI nuestro temor es el hombre como ser humano y si a ello se suma su conducta corrupta, nuestra auto estima desfallece ya que ese corrupto lo hemos elegido.
Hoy conversaremos sobre La APACHETA
La frase “APACHETA” es de procedencia Inca. La Apacheta para los Indios del Perú antiguo tiene un significado muy especial. Indican el término de un espacio y el inicio de otro. Son montículos de piedras, levantados en honor a la Pachamama o al Apu que te protege. Su forma es cónica, van desde monumentos de pocos centímetros de altura, hasta enormes volúmenes rocosos cuya base puede llegar a tener un diámetro aproximado de 10 metros y una altura de tres. Poseen una base amplia debido a los permanentes derrumbes. Se encuentran ubicadas a los costados de las sendas y caminos de la cordillera, generalmente en las abras, partes altas de una cuesta y escasamente en lugares llanos. La frase "APACHETA" (quechua), es la castellanización de "APACHEQ" que significa "Te ayudo a llevar la carga" o "Aligerar la carga". La “APACHETA” se materializa por la acumulación de piedras que los caminantes portan desde sus lugares de origen para entregarlas como ofrendas a los APUS (Espíritu o fuerza que acompaña a la persona). Estas “ayudas” se colocan en las zonas más difíciles o lugares más altos de nuestra cordillera. Muchas personas, la construyen y hacen el pedido a su divinidad que les ayude en terminar lo emprendido, otros apoyan a construir una “Apacheta” y es también decirle, sé que estas en momentos difíciles y aunque no comparto tu meta, no quiero que desfallezcas y por ello te ayudo a construir tu “Apacheta”, que todo te salga bien.
Si en el caminar, el indio peruano se encuentra con una Apacheta deposita una o más piedras junto con una ofrenda, que puede ser hojas de coca, tabaco, papas u otro alimento, dejar algo en una apacheta en señal de respeto al espíritu que allí habita. El caminante pide entonces permiso para ingresar a un lugar nuevo, y protección y salud para continuar su viaje. Hoy encontramos que algunos de los montículos de piedra se han cristianizado, presentando cruces, velas, fotos y estampitas.
Rodolfo "Locrito" Tafur...
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