Para nadie es una novedad que el tráfico ilegal de animales
es una de las mayores causas de depredación de la fauna en el mundo. Los animales silvestres son
cazados sin misericordia sacándolos de su hábitat, para ser comercializados
como mascotas, afrodisiacos medicinales o simplemente para satisfacer las
vanalidades de algunas personas.
Estudios de la CITES (Secretaría de la Convención sobre el
Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), el
Perú se encuentra dentro de las fuentes de extracción de animales silvestres, siendo
Asia, América del Sur y Africa los lugares principales de estos cazadores
ilegales y sus principales mercados países como Europa, Japón, Estados Unidos entre
otros.
En Perú esta práctica ilegal sobre el comercio de estos
animales está penado, pero nuestro gran problema es que la opinión pública no ve el tráfico de
animales como un delito grave, lo que
ocasiona que nuestras autoridades no apliquen las leyes con firmeza y
las fuerzas del orden no puedan enfrentarse a los traficantes., lo que viene
provocando un enorme daño a la fauna peruana.
Según la Ley 27308 “Ley Forestal y de Fauna Silvestre”, en
donde se establece que las personas que comercialicen y adquieran ilegalmente
especies silvestres, de flora y fauna, podrán ser sancionadas con cinco años de
cárcel y con multas superiores a los dos millones de nuevos soles (600 Unidades
Impositivas Tributarias). La tenencia de animales silvestres como mascotas es
una costumbre con arraigos culturales que en la actualidad ha contribuido como
un factor que favorece el tráfico de estos animales.
Conociendo Perú se suma a
esta gran campaña de RESCATANDO
RESCATADOS, un grupo de civiles y defensores de los derechos de los
animales se han organizado para ayudar a los 3 centros de rescate de fauna
silvestre amazónico de Iquitos (Loreto), puerta de la Amazonia del Perú.
Debido al estado de emergencia decretado por las autoridades
como medida para aminorar el impacto del Coronavirus, los albergues se han
quedado sin su principal fuente de ingreso que eran los visitantes y turistas.
Si bien las autoridades reconocen el riesgo en el que se
encuentran los animales y de que han mostrado su intención en ayudar esto no es
suficiente ya que ellos deben alimentarse a diario y recibir sus medicamentos.
Los centros de rescate que se verían beneficiados son:
Centro de Rescate Amazónico CREA, Pilpintuwasi e Isla de Monos. Entre todos
suman más de 300 animales de especies vulnerables.
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