§ Egresado de
Administración de USIL, Nicolás Chumbez, pone a disposición máquina que produce
potente desinfectante que mata todo tipo de virus, bacterias y hongos.
A fin de ayudar a reducir la
propagación del coronavirus en el país, Nicolás Chumbez, egresado de la
Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y líder de Inka Ozono, pone a
disposición de las autoridades de salud, militares y policiales, máquinas de
ozono para contribuir en la esterilización de hospitales, equipos
y vehículos médicos, uniformes y superficies diversas.
El ozono es un gas obtenido mediante
una descarga eléctrica que convierte el oxígeno (O2) que todos
respiramos en ozono (O3), adquiriendo propiedades altamente
destructivas de virus, bacterias, hongos, esporas, algas y protozoos, lo que
contribuye en la desinfección y desodorización de espacios y superficies.
Estas cualidades convierten al ozono
en un arma importante en la mitigación del COVID-19, ya que según información
de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el virus puede sobrevivir en
superficies como barandas (3 días), manijas (3 días), plástico (3 días),
teléfonos (3 días), teclados (3 días), acero inoxidable (3 días), cartón, papel
o celulosa (24 horas), cobre, monedas (4 horas) y guantes (8 horas).
Chumbez destacó que ante la emergencia
que vive el país tomó la decisión de poner a disposición de la ciudadanía su
tecnología, la cual posee una patente por 10 años de modelo de utilidad por
parte del Indecopi y, actualmente, es utilizada en la agroindustria, el
hospital del Niño y la sección infantil del Neoplásicas, servicios higiénicos,
transporte público, entre otros servicios.
El dato:
Nicolás Chumbez es egresado de la Carrera de Administración (CPEL)
de USIL y líder del equipo Inka Ozono, startup
incubada por USIL Ventures. La
molécula de es uno de los
oxidantes más poderosos que se conocen después de fluoruro. Tiene una velocidad
de reacción tres mil veces superior a la del cloro.
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