Por Isabel Iwaya
Esta vez compartiré con ustedes mi refugio, con sinceridad este es uno de mis circuitos preferidos, realmente queda muy cerca de lima, hay que tomar los carros que pasan por lurín el pasaje desde el puente benavides está 2.50 hay algunos carros que ingresan hasta Pachacámac son unas combis mas pequeñas pero en general yo tomo las custers y me bajo en el cruce así se llama el paradero es la entrada a Pachacámac.
Una vez en la entrada hay una garita donde uno debe pagar 3.50 adultos y 2 soles niños para ingresar al circuito si vas por primera vez les recomiendo solicitar un guiado ya que hay formaciones rocosas y atractivos que te podrías perder si no sabes donde buscar.
El circuito trekkero consta de una caminata en forma ascendente por las lomas de lúcumo el trekking no es para nada exigente es como para empezar. Y hay dos rutas la corta para principiantes y la larga que llega hasta la Piedra Padre pasando por la zona de camping.
La naturaleza hace milagros en las lomas del Lúcumo. La niebla, cubre como su tul invernal, hechizándolos con millones de gotas de rocío para nutrir las semillas y pintar las lomas que se levantan a los lados del río en un gama de verdor sin precedentes en la ciudad. Desde julio, los humildes pobladores del centro rural de Quebrada Verde andan pendientes del clima: sus rostros se quiebran en un gesto de preocupación si hay sol o se estiran en una sonrisa cuando llega el frío, y con este la niebla.
Así, estos cerros áridos, desdibujados de vida durante el verano, explotan en un arco iris de
flora y fauna multicolor. Es que en las lomas del Lúcumo el invierno no deprime, al contrario: nos infla de alegría y reinventa, a su paso, todo lo que toca. Además de subir rodeado de un paisaje casi paradisiaco con formaciones rocosas extrañas que ayudan a nuestra imaginación a transportarnos. Son el hogar de vizcachas, zorros grises, cernícalos, águilas y otros animales pequeños, tienen una completa biodiversidad.
Durante todo el camino se verá caprichosas formaciones y caminos llenos de verdor como si estuvieran dibujados.
Ya en el mirador se puede hacer un pequeño descanso para disfrutar de la hermosa vista del valle del río Lurín desde donde se aprecia el pueblito de Pachacamac.
Nos encontraremos con flores e insectos que quizas nunca hayamos visto mas que en los documentales o algo así pero es hermoso ver como la naturaleza fluye en estas lomas.
Ahora si continuando el camino ya falta en realidad escasos metros para la cima. Llegamos a lo mas alto la vista es maravillosa por donde se vea, aquí es donde nos juntamos con los que vienen del camino corto. Y ya vamos de bajada hacia el imponente farallón una formación rocosa impresionante donde los mas intrépidos hacen escalada y rapel.
Vamos bajando por un camino bien marcado por donde podremos incluso encontrar otras formas rocosas caprichosas y pinturas rupestres. Luego de un paseo como este uno llega renovado sintiendo que todo se puede lograr.
Debemos luchar por preservar los pocos pulmones que le quedan a Lima proteger estos ecosistemas es aportar con un pequeño granito de arena a cuidar nuestro mundo. Aprendamos a convivir sin depredar nuestro medio ambiente.
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